Llevamos una temporada en que las televisiones, y los medios en general, echan humo con las noticias de tres tifones: el de Filipinas, el del Sudeste americano… y el nuestro. Cuando hablo del nuestro no me refiero a las inundaciones otoñales que castigan campos y pueblos; me refiero a la Universidad. Este baile de grados, créditos, másteres y tesis doctorales de políticos están sacando a la luz las miserias de una institución venerable que creíamos un oasis de paz, de trabajo, de inteligencia creadora y resulta ser una cloaca....
Joaquín González Cuenca